Continúan los focos de incendio en el Delta, situación que se repite en las provincias de Tucumán, Córdoba y Corrientes, así como en la Patagonia, y lamentablemente la lista es más larga. Sabemos que los incendios pueden tener consecuencias profundamente negativas sobre los ecosistemas; este es el caso de la región que más nos ocupa en estos días.
El Delta del Paraná es un ecosistema único, un bioma con características excepcionales, pero es mucho más: es regulador de inundaciones, pulmón de las ciudades cercanas, sitio de disfrute para la recreación, sustento de prácticas productivas, un macrosistema de humedales de gran importancia para la conservación de la biodiversidad. El Delta es vida.
Es bosques, selvas, pajonales, lagunas, pastizales, juncales, playas , es hogar de más de 600 especies de plantas y un variado elenco de animales que conviven en un delicado equilibrio, el cual se ha visto roto por el accionar del ser humano.
La ecoregión del Delta del Paraná es una de las más afectadas por las actividades humanas. Sin embargo, solo el 8% de su superficie se encuentra protegido al día de hoy.
Estamos ante el evento más trágico por el que ha pasado esta región. Las soluciones no pueden esperar, y deben involucrar a las autoridades del Estado, a los productores y a los actores de la sociedad civil que demuestren idoneidad y compromiso.
Conocé más sobre esta problemática y leé nuestra propuesta en este enlace.