Querida comunidad de Aves Argentinas.
Estos tiempos de crisis que atravesamos recluidos en nuestras casa, en soledad o con nuestros seres queridos, nos ayudan sin duda a reflexionar sobre aspectos trascendentales de nuestras vidas.
Me surge una primera sensación de optimismo frente a tantas noticias angustiantes: podemos salir airosos y fortalecidos de esta situación.
Así como en tantas otras circunstancias complejas de nuestra historia en las que nunca dejamos de soñar y proyectar, hoy la dificultad nos presenta la enorme oportunidad de recapacitar e imaginar un mundo mejor para la humanidad y el planeta en general.
Inicialmente se amontonan los cuestionamientos y la primera reacción tiene relación con nuestros hábitos de consumo. Nuestra incontrolada carrera por obtener cosas que desechamos en poco tiempo, sumado a la utilización abrumadora de combustibles fósiles, un tránsito cada vez más caótico y un cielo que se nublará algún día por la cantidad de aviones que lo surcan, hacen casi insoportable la vida para los que estamos en las grandes ciudades.
Debemos rever también otras cuestiones, por ejemplo, cuán necesario es realizar grandes reuniones en la otra punta del planeta para ver como solucionamos la supervivencia de las especies.
Tenemos que cuestionarnos si es ético trabajar en conservación de las especies y sus ambientes todos separados, mezquinándonos la información y duplicando los escasos fondos. O Cuestionarnos si es lógico chocar constantemente con las burocracias cuando todos queremos lo mismo. ¿Cómo es posible que nos peleemos con el otro sólo por que pensamos diferente?
Los días transcurren con rutinas incansablemente repetitivas y teñidas de cuestiones políticas y económicas que deprimen invariablemente al más entusiasta y nos alejan del disfrute de nuestros seres amados y del mundo natural que nos rodea.
Y en medio de esto, nuestra vocación para salvar el planeta sigue intacta. Aunque nuestro accionar se hace cada día más sofisticado, en una búsqueda alocada por conseguir recursos de los más distantes rincones del planeta, intercambiando recetas con colegas de las más diversas culturas.
A veces olvidándonos de nuestro accionar local, y hasta peleándonos con nuestros propios colegas en una insensata carrera por tener la razón y el poder. Y sin entender que todos buscamos lo mismo.
Son solo algunas preguntas y cuestionamientos desordenados. Seguramente cada uno de ustedes tendrá muchas más para pensar y reflexionar.
Esta crisis puede ser una gran oportunidad para generar cambios importantes.Podremos empezar una vida nueva en cuanto termine todo esto, un poco más desacelerados, más en contacto con el mundo natural y, sobre todo, que nos encuentre más unidos para trabajar por el planeta y su naturaleza, sin egos, sin mezquindad, sin competencia.
Solo en unidad, comprendiendo al que tenemos al lado, de una u otra forma trabajando por lo mismo. E interpretando la importancia del trabajo coordinado y colaborativo. La salida es entre todos. ¿Quién mejor que nosotros que conocemos la naturaleza y entendemos lo que ella nos expresa?
Es por esto por lo que me permito escribir estas palabras dirigidas a cada uno y cada una de ustedes, para pensar en el día después, para buscar toda la fuerza que hay en cada uno de nosotros para generar el cambio que anhelamos.
Estoy convencido de que esta situación puede convertirse en un llamado de atención para todos nosotros.
Espero verlos pronto nuevamente y abrazarlos como siempre lo hicimos. Pero esta vez con una sensación de esperanza, más unidos que antes y sintiendo, entre todos, que algo puede estar cambiando para mejorar la vida en el planeta.
Juan María Raggio
Presidente
Aves Argentinas