Antes del desmedido avance de la frontera agropecuaria, el pastizal pampeano se encontraba rodeado por un cinturón de vegetación arbórea que se desplegaba sobre las planicies, serranías y ondulaciones de la región, creando bosques, montes y sabanas.
Hoy, en su mayor parte, este paisaje primigenio ha cambiado tan profundamente que resulta difícil descubrir dónde se encontraba el límite natural entre la llanura y los antiguos bosques. La expansión de la frontera agraria resultó en la perdición para los montes nativos y su fauna asociada. Hoy dominado por plantaciones de monocultivos, el crecimiento del tráfico de especies silvestres y la invasión por especies exóticas el espinal sufre de una drástica disminución de la diversidad.
Desde el Departamento de Conservación, trabajamos para conservar a las aves de este ambiente. En particular trabajamos para evitar la extinción del cardenal amarillo y el tráfico de especies silvestres. También acompañamos las acciones llevadas a cabo dentro del Proyecto Águila Coronada. El proyecto está liderado por integrantes del PCRAR y CECARA.