No son de aquí, ni son de allá. Las hermosas gaviotas o las golondrinas están en nuestro mar. Listas para partir.
Hay algo de tristeza cuando se deja el lugar de origen para establecerse en otro lugar. No importa cuántas fronteras haya que atravesar. Tampoco si se trata de una cuestión temporal o definitiva. Migrar suele arrastrar dolor. O, al menos, eso es lo que le sucede a las personas.
Para algunas aves, sin embargo, ir de un lugar a otro es lo más natural del mundo. Es supervivencia. Es parte de su ADN. Son aves que han desarrollado adaptaciones impresionantes en su genética –tanto en su peso como en su alimentación– con un propósito central: tener la energía suficiente para volar miles de kilómetros.
Estas especies migran de forma regular. Esto es: no lo hacen ocasionalmente, sino que realizan viajes en determinados momentos del año. Por otra parte, no vuelan solo algunos pocos individuos: viajan todos (hay excepciones y estas obedecen a algún problema puntual).
Su plan de millas tiene beneficios que llenarían de envidia a no pocos humanos: van allá donde hay verano (estacionales). Eligen lugares cálidos, con días largos y que puedan ofrecerles mucho alimento. ¿Cuáles son las aves migratorias de la Argentina?
Aves migratorias de la Argentina
Golondrinas, chorlos, playeros y playeritos, falaropos, becasas. En la Argentina, son muchas las aves migratorias. De hecho, se calcula que más del 35 % de las especies de aves de nuestro país realiza algún tipo de migración. Algunas especies se reproducen en el hemisferio norte, en la tundra ártica.
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