25 años del curso Espacios diseñados con plantas nativas

  • Gabriel Burgueño

Una gran ventana al mundo del naturalismo para aprender de la mano de Claudia Nardini, Gabriel Burgueño y Fernanda Santacá junto a un grupo de apasionados que observan, interpretan y comparten contenidos sobre plantas y animales, así como también sobre interacciones, ecología, lugares... . 

También es un escenario de relaciones con personas muy diversas, amantes y profesionales de temáticas vinculadas a la conservación y al diseño del paisaje; pero también a la arquitectura y urbanismo; agronomía y cultivos orgánicos; antropología y geografía; artes y muchas otras disciplinas... 

Lo que compartimos es más que información, es un modo de ver el ambiente y el mundo, con optimismo, pero con ojos de realidad. 

Docentes

Gabriel Burgueño, Claudia Nardini, Fernanda Santacá 

Fechas

Doce clases por Zoom, del 1 de octubre al 5 de noviembre. Martes y jueves de 19 a 21 hs y sábado 19 de octubre de 10 a 12 hs. Todas las clases son grabadas y podes acceder a los videos. Salidas de observación presenciales en Buenos Aires: sábado 5 y 26 de octubre por la mañana (se suspenden por mal clima). 

Costo

Precio sin salidas $ 48000 

Socios de Aves Argentinas $ 53000 

Docentes/Jubilados/Estudiantes (de cualquier nivel o carrera) $ 67000 

No socios Precio con salidas $ 60000 

Socios de Aves Argentinas $ 66500 

Docentes/Jubilados/Estudiantes (de cualquier nivel o carrera) $ 84000 

No socios Formas de pago: Transferencia o Tienda Nube 

Información e inscripción

cursosvirtuales@avesargentinas.org.ar 

 

Testimonios de asistentes al curso

De dónde venimos
Liliana Prieto: Licenciada en Letras, periodista, gost writer-escritora fantasma, 62 años, ciudad de Buenos Aires. Daniel Sprovieri: Licenciado en Economía, 61 años, ciudad de Buenos Aires. 

Nuestra breve historia
A mediados de 2018 comenzó a afianzarse en nosotros el plan de armar un vivero de especies autóctonas. 
Contábamos con un terreno de 3 ha en la zona del delta al sur de la provincia de Entre Ríos donde había un muy pequeño relicto de monte nativo de tala, curupí, laurel de río, canelón, ceibo y espinillo. 
Con muchos árboles de moras a poner bajo control y anillar.
El terreno tenía una costa de 100 metros sobre el arroyo Las Palmas con una línea continua de  espinillos en la orilla, un terraplén donde montamos una cabaña y dos hectáreas y media de humedal con sauces, chilcas, ciperáceas y gramíneas. 
Teníamos ese terreno desde 2015 y cuando lo compramos desconocíamos por completo la existencia de especies autóctonas, ecorregiones, interacciones entre la flora y la fauna, comunidades…. 
Fue un intenso proceso el  “enterarnos dónde estábamos parados”, qué árboles nos rodeaban, que aves vivían allí, qué animales habitaban.
De mi parte, Liliana, estudiante por naturaleza, me dirigí a Aves Argentinas para hacer prácticas de observación de aves. Fue entonces que tomé conciencia de la idea de un ecosistema donde flora y fauna se encontraban en un vínculo de hermandad y dependencia. De ahí a ponerme a estudiar botánica en la escuela de naturalistas pasó un breve tiempo.  Quería aprender a identificar las especies.
Después hicimos el hermoso curso de Claudia Nardini y Gabriel Burgueño sobre diseño  de paisaje con plantas nativas donde incorporamos algunas nociones para tratar el lugar amorosamente y preservarlo.
Pronto nos pusimos a estudiar sobre viverismo, producción, propagación, sustratos.
En 2018 comenzamos a participar en los encuentros de Revina, la red de viveros de plantas nativas que aglutina a viveristas, paisajistas, técnicos de Argentina, y demás  participantes de esta red. 
Empezamos a investigar con más profundidad acerca de las especies de las ecorregiones del delta y espinal entrerriano.
Durante la pandemia quedamos separados. Daniel quedó en Villa Paranacito y montó el invernáculo. 
Yo estaba trabajando en la ciudad de Buenos Aires, escribiendo unos libros sobre asesinos en serie. 
Cuando nos reencontramos en septiembre de 2020 comenzamos la producción de especies a mayor escala. Más tarde hicimos un sombráculo.
Además, una parte importante de la producción la ubicamos a resguardo del monte. Una gran variedad de especies del bosque en galería rustifican allí.

Antes y después del curso con Gabriel y Claudia en Aves Argentinas
En 2018 y 2019 hicimos separadamente el curso de diseño de paisaje con plantas autóctonas. 
Fue un antes y un después por varios motivos:
. Conocimos especies nativas de las que ignorábamos su existencia y procedencia.
. Adquirimos una mirada diferente del paisaje
. Entendimos que las plantas viven en comunidad y dentro de un ecosistema.
. Resultó un disparador para adentrarnos en esas comunidades de especies y comprender sus condiciones de vida
. Tuvimos que hacer, y hoy seguimos haciéndolo, un ejercicio permanente de pensar dónde plantar, por qué y para 
qué
. Vislumbramos el valor de restaurar a partir de dejar crecer lo nativo que se propaga generosamente sin 
intervención humana.
. Al día de hoy el diseño del paisaje nos queda grande, pero a partir de entonces pudimos profundizar sobre las 
especies y su comportamiento según el uso que se le pretenda dar: en cercos, bosquecitos o aisladamente
. Hay especies que se adaptan mejor que otras a los cambios de ambientes.
. Hay especies que no la pasan bien, cuando se plantan en condiciones que no las favorecen
. Hay especies de baja altura que podrían utilizarse donde hay cableado eléctrico
. Hay especies que no deben plantarse en veredas
. Cada especie es alimento u hogar para las aves
. El fenómeno de la polinización se convirtió en un hecho familiar que celebramos.
Nos sentimos agradecidos con Gabriel, Claudia y Aves Argentinas porque nos mostraron un camino que resignificó nuestras vidas. 

Actualmente
Hoy contamos con un vivero que cuenta con alrededor de 120 especies, casi en su totalidad de producción propia, y alcanzamos unas 4000 unidades en stock. 
En cuanto al entorno hemos hecho plantaciones de árboles y arbustos y continuamos haciéndolo. Además de buscar tener plantas madres que nos provean semillas, resulta siempre todo un aprendizaje de pruebas, errores y aciertos decidir dónde plantar cada especie y qué resultados tiene ante heladas, crecidas o sequías, todo extremo, tal como se presenta el clima en la actualidad. 
Cuando hay que cortar el pasto para forjar espacios amigables para desplazamientos, siempre está el desafío de resolver qué dejamos y buscamos armar contrastes.
Llegamos hasta aquí trabajando los dos cuerpo a cuerpo, discutiendo, debatiendo, enojándonos y amándonos. 
Seguimos juntos y cada día es un almácigo o un repique nuevo.
En un principio pensamos que vendrían muchas visitas, la realidad nos convirtió en un vivero que funciona más a través de entregas a domicilio y en muchos casos como proveedores de otros viveros. 
Comprendimos que podíamos planear y planificar hasta cierto punto. El resto lo enseña el día a día.

Las redes 
Son una parte crucial para darnos a conocer y desde hace tres años tenemos cuentas en instagram, facebook, linkedIn. 
En este quehacer nos ayuda la Lic. Mariana Nirino quien diseña el material que nosotros preparamos: fotos, videos y escritos. Mariana es nuestra co-equiper en esta tarea y nos brinda asesoramiento y sugerencias.

Liliana Prieto y Daniel Sprovieri
IG: @viveroelcurupi

 

 

 

El curso de Diseño de Paisajes con Plantas Nativas, realizado en octubre de 2010, fue nuestra puerta de entrada al mundo de “las nativas” para empezar a observar la gran diversidad de plantas de la región rioplatense, su relación vital con la fauna y las posibilidades de uso para recrear parches de ambientes originarios, crear nodos de biodiversidad y proyectar espacios verdes con la mirada puesta en la sustentabilidad y en la recuperación de nuestro patrimonio natural.

El conocer la diversidad de usos, formas, colores, texturas y relaciones ecosistémicas de las plantas, nos permitió pensar diferentes formas de intervención en el espacio público para la elaboración de la propuesta de creación de la Reserva Natural Urbana El Corredor, en el partido de San Miguel. Hoy, tras más de 10 años de trabajos de regeneración ambiental, el diseño se ve plasmado en uno de los mejores proyectos de transformación territorial en la cuenca del Río de la Reconquista, permitiendo que miles de vecinos de la región puedan conocer, conservar y disfrutar del paisaje natural del Gran Buenos Aires.


Santiago Piaggio
 IG: @elcorredor_reservanatural @sanpiaggio

 

 

 

La Reserva Natural El Corredor, ubicada en San Miguel, en la Provincia de Buenos Aires, es un espacio verde destinado a la conservación de la biodiversidad y al fomento de la educación ambiental. Esta reserva es parte de un esfuerzo más amplio para proteger los ecosistemas locales, incluidos humedales, pastizales y bosques nativos, que son esenciales para la fauna y flora de la región.
Además de su función ecológica, la Reserva Natural El Corredor sirve como un lugar de esparcimiento y recreación para la comunidad, ofreciendo senderos para caminatas, observación de aves y actividades educativas orientadas a sensibilizar sobre la importancia de la conservación ambiental. También desempeña un papel importante en la conectividad ecológica, permitiendo el desplazamiento y la interacción de especies entre diferentes áreas naturales protegidas de la región y el Rio Reconquista.
La creación de la Reserva Natural El Corredor en San Miguel fue el resultado de una colaboración estratégica entre la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) y la Municipalidad de San Miguel. Ambos actores desempeñaron roles clave en distintas etapas del proyecto, desde la concepción inicial hasta la implementación y gestión de la reserva.
Las reservas naturales urbanas en el contexto del conurbano bonaerense son fundamentales para la sostenibilidad ecológica y social de la región. No solo protegen la biodiversidad en un entorno urbanizado, sino que también mejoran la calidad de vida de sus habitantes, promueven la educación ambiental, y ayudan a mitigar los impactos del crecimiento urbano.

Leonardo Fernández
IG: @viktor.bender.arg 

 

 

 

El pasaje por el “curso de diseño con plantas nativas en Aves” en la primavera del año 2019 venía a contar el coraje de asumir un cambio. Algo se presentía, y era el resonar con los ciclos naturales, los procesos biológicos que cohabitan en los espacios domésticos. Fue un abrir el corazón para adentrarse en la lógica de la naturaleza y elegir quedarse, para luego, continuar en la búsqueda y el aprendizaje, es lo que conllevó a crear “Ciclo”.
Ciclo de Paisaje y Diseño, nace justamente, por el impulso de seguir profundizando en los conceptos y entender más aún los ciclos en los que estamos inmersos cuando creamos paisaje. A través del compromiso, el respeto por el entorno, el cuidado del ambiente, lo identitario, el diseño, nace nuestro espacio educativo que sostenemos desde el año 2019 hasta la actualidad. Al día de hoy, contamos con una formación bi anual como propuesta troncal en Diseño del Paisaje con criterios de sustentabilidad a cargo de Gabriel Burgueño y Cecilia Eynard. Entre otras propuestas afines a la temática troncal, Ciclo se nutre y nutre a otrxs de la mano de docentes referentes que comparten sus conocimientos de forma generosa en cada propuesta académica. Sin dudas, pasar el por el curso de Aves fue el comienzo, nos abrió las puertas a un sinfín de posibilidades que surgen desde la inquietud de construir entre todxs un futuro más honesto y posible en sintonía con la naturaleza que habitamos.


Constanza Sáenz y Luisina Rodríguez Allo
IG: @ciclodepaisaje

 

 

 

Recuerdo con mucha alegría las primeras jornadas de plantas nativas en Aves Argentinas. 
Llegaron en el momento en que estaba necesitando, en el momento que presentía que era el camino a tomar pero me faltaban certeza y confianza. 
Agradezco y felicito al equipo y a la fundación  por tomar la iniciativa en el tema, generando no solo un espacio académico, sino “EL” lugar de encuentro de quienes sufrimos al escuchar una motosierra, nos emocionamos al ver una planta con pimpollos, podemos pasar horas contemplando el comportamiento de las aves en un jardín urbano…de quienes entendemos que sólo somos 1 eslabón más de la hermosa cadena.  

Juliana Powell 
IG:@senderosdelmonte

 

 

 

Llegué al curso hace unos cuantos años. Empezaban a gustarme las plantas nativas, intuía su importancia, pero sólo conocía algunas. Y las pensaba así, como plantas “individuales”. El curso, además del conocimiento de muchísimas especies más de todo tipo (árboles, arbustos, trepadoras, hierbas, etc.) me abrió a la conciencia de su relación entre sí, y con los distintos ecosistemas. Aprendí a pensarlas integradas en relación a su entorno (espacio, clima, sol, suelo), y a su relación con los insectos y la fauna de cada zona. Nos íbamos entusiasmados con lo aprendido, a aplicarlo cada uno en su espacio de verde: parque, jardincito, o simple maceta. Y todos esos contenidos, ricos, variados, transmitidos de manera dinámica y participativa, gracias al conocimiento y el talento de los docentes. 
¡Qué bueno que este curso siga vigente, y que otros puedan disfrutarlo!
 

Horacio Roca
IG: @horacioroca_

 

 

 

Me acercó al Curso luego de una experiencia en un vivero comunitario en cuidad universitaria y acompañando otro en Boulogne, lo primero que paso fue comprender que había una gran red de amantes de las plantas nativas, el contenido del curso, lxs compañerxs y la manera en que Claudia y Gabriel lo abordaron, fue tan rica, profunda y diversa que me ayudó a comprender el diseño y principalmente a las plantas nativas como nunca antes. 
El resultado es Hoy yo trabajando en un Vivero de Plantas Nativas ( Havispa ), aprendiendo y compartiendo todos los días un poco más.


Julio Guiguez
IG: @julioguiguez @havispa

 

 

 

Soy jardinera y diseñadora, y en 2017 hice un curso de diseño de jardines con plantas nativas, con Gabriel Burgueño y Claudia Nardini. Ese curso me cambió el chip, y desde entonces me enfoqué en diseñar paisajes sustentables y en promover una forma más respetuosa de conectarnos con el ambiente. Durante el curso, conocí a gente increíble, con quienes formé lazos de amistad, especialmente con Mónica Knoop, que fue la primera en hablarme de la terapia hortícola. En mi trabajo, me apoyo en las sensaciones y emociones que se generan en los espacios verdes, así como en su impacto en la salud mental. Por eso, me formé como terapeuta hortícola, especializándome en huertas y jardines inclusivos. Hoy en día, trabajo como paisajista y en un centro de día, donde colaboro en un dispositivo de salud mental con adolescentes, utilizando la restauración de la biodiversidad como eje, en paralelo a la restauración de los vínculos de los chicos.
Soy una convencida del cuidado del medio ambiente, así que participo en voluntariados, doy charlas y talleres sobre plantas nativas y biodiversidad urbana. Fundé el vivero de plantas nativas "Más que yuyos" y edité el fanzine "Plantasia". También formé parte del ciclo “Tertulias botánicas y otras miradas del reino vegetal” del proyecto Astarte.
Me convocaron para colaborar en el vivero cultural de Estancia Cultura Ambiental, donde hice la instalación botánica “Ascensión” y me encargué de escribir las fichas de las plantas para la enciclopedia sensible “Seres querides de Buenos Aires”. Junto a Melina Zukernik, armé el proyecto “Mapas para un futuro biodiverso”, gracias a una beca del Fondo Nacional de las Artes. Actualmente, colaboro con el proyecto Linquenizar. A principios de este año, presenté un proyecto para incorporar flora nativa en el corralón de Floresta, que fue aprobado por la Comuna 10, y ahora estamos ultimando detalles para concretarlo esta primavera. Sigo dando charlas y talleres para explorar la intersección entre la inteligencia vegetal y la humana.

Eve Hernanadez Roque
IG: @evehernandezroque @proyecto.liquenizar

 



 

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